Renovarnos desde lo elemental.

Venimos de dos meses llenos de gratitud, de vivir el presente y ahora ha llegado el momento de empezar el año alineando nuestra mente con el corazón y con nuestro espíritu para así dejar ver esa mujer, ese ser tan esencial y maravillosa que empieza este nuevo año. Este es el mejor momento para renovarnos.

“Renovarse o morir” El águila real puede vivir hasta 70 años pero al llegar a los 40 años de edad, sus uñas curvas y flexibles no consiguen agarrar a las presas de las que se alimenta, su pico alargado y puntiagudo comienza a curvarse apuntando contra el pecho peligrosamente, y sus alas, envejecidas y pesadas por las gruesas plumas hacen que volar sea una tarea muy complicada… entonces tiene que tomar una seria y difícil decisión.

El águila tiene dos alternativas: dejarse morir, o enfrentar un difícil proceso de renovación que consiste en volar hacia lo alto de una montaña y refugiarse en un nido próximo a una pared, donde no necesite volar y comenzará a golpear su pico contra la pared hasta conseguir arrancarlo. Luego tendrá que esperar a que nazca un nuevo pico con el cual, después, tendrá que arrancar sus viejas uñas y luego sus plumas.

Finalmente, después de cinco meses, el águila real saldrá victorioso ejecutando su famoso vuelo de renovación y entonces dispondrá de 30 años más de vida.

Renovarnos desde el corazón. En el centro de cada una habita el Fuego, el elemento que simboliza nuestro corazón y nuestras emociones guiadas por el amor. No hay que permitir que esa llama, esa fuerza y ese calor se apaguen nunca porque así podremos vivir y aceptar nuestra constante renovación, nuestra creatividad, nuestra energía e inspiración.

Renovarnos desde la mente. En nuestra mente residen esos pensamientos simbolizados por el elemento Aire. Nuestro mente es inmensamente poderosa, capaz de llevarnos a un estadio de reflexión y convicción sobre todo lo que estamos haciendo para alcanzar esa renovación de pensamiento por unos más positivos que estén conectados con nuestra verdadera naturaleza femenina.

Renovarnos desde ser esencial. El Agua habita un gran territorio de nuestro cuerpo y en Terra Mística simboliza nuestra verdadera esencia, su capacidad de fluir, adaptarnos y de cambiar para así, darle lugar a esta renovación mística, pura y conectada con nuestros propios sentimientos, con lo que realmente somos.

Renovarnos desde la tierra. La Tierra es nuestro propio Territorio… aquel que nos pone “los pies sobre la tierra” y que nos da la capacidad de saber elegir desde la razón, guiadas por el corazón, pero también la que nos protege, nos cuida y nos provee de todo para aprender a elegir lo mejor para nosotras mismas y así encontrar la plenitud, como esposas, madres, amigas… o sencillamente, como mujeres.

Y bueno, para iniciar este nuevo año he creado esta Rutina de los 4 elementos con todo mi amor para todas ustedes en donde cada producto simboliza los elementos que debemos cuidar, amar y respetar en ese territorio de mujeres propio, llamado cuerpo.

Para finalizar quiero invitarlas a descubrirnos, como realmente somos, con una mirada más noble y respetuosa, para así renovarnos desde el ser y poder amar con el corazón, la mente y el espíritu, nuestra verdadera naturaleza femenina, pura y natural, como siempre ha sido.